Por Jonathan Magno (@jmagnoca)
Estamos comenzando el segundo mes del 2018 y los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) nos muestran que la inflación se mantiene elevada, ya que al mes de Enero del 2018, se reportaron datos de inflación a tasa anual de 5.55%.
Por ello, el propósito de este artículo es revisar de manera breve los datos proporcionados por algunos organismos y considerar la importancia de las consecuencias que se pueden generar de mantener una elevada inflación durante este año.
Asimismo, con el objeto de analizar los datos, consideraremos para ello algunos reportes que han sido emitidos en relación con el ingreso en los hogares y el ingreso proveniente de fuentes laborales.
Ingreso en los hogares
De acuerdo a los resultados que presenta la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares (ENIGH) en el 2016, la cual es realizada por el INEGI, el ingreso corriente promedio trimestral por familia es de $46,521 pesos, considerando que por familia se cuentan con aproximadamente 3.67 personas, nos arroja un resultado de $12,676 pesos de ingreso corriente promedio trimestral por persona, lo cual a su vez representa un ingreso corriente promedio al mes de $4,225 pesos por persona.
Si dividimos los datos en diez grupos iguales (deciles), ordenándolos de acuerdo al nivel de ingreso por familia que obtienen, identificamos una realidad muy fuerte: el 30% de las familias con el mayor ingreso (deciles VIII, IX y X), obtienen el 63.3% del total del ingreso a nivel nacional, dicho en otras palabras, 3 de cada 10 familias en México tienen ingresos mayores de más de la mitad de lo que obtienen en promedio todas las demás familias, mientras que las familias con menores ingresos (deciles I, II y III) participan con tan sólo el 9% de los ingresos totales.
Otro dato importante que se muestra en la ENIGH es que el décimo decil (10% de las familias con mayores ingresos) tiene ingresos corrientes que representan 21 veces al primer decil (10% de las familias con menores ingresos). Específicamente, de acuerdo a la muestra estadística, el primer decil tiene ingresos corrientes promedio trimestrales de $8,166 pesos, es decir $91 pesos por día y en términos de ingreso corriente por persona representa aproximadamente $37 pesos al día.
Por otro lado, el décimo decil tiene ingresos corrientes promedio trimestrales de $168,855 pesos. Es decir, $1,876 pesos diarios por hogar, lo cual representa aproximadamente $766 pesos diarios por persona.
En términos de entidades federativas, el ingreso corriente promedio trimestral más alto se encuentra en la Ciudad de México ($87,653 pesos) y en Nuevo León ($70,834 pesos), mientras que las entidades con menor ingreso fueron Guerrero ($26,980 pesos) y Chiapas ($23,258 pesos). En el mismo reporte, se menciona que Yucatán presenta un ingreso corriente promedio trimestral de $26,013 pesos por hogar, debajo de la media nacional de $28,143 pesos.
Adicionalmente, la ENIGH estima que en México hay 33.5 millones de hogares, con 3.7 integrantes por hogar en promedio. Asimismo, se estima que la población nacional asciende a 122.6 millones de personas: 51.6% de mujeres y 48.4% de hombres. Se estima que por cada hogar hay en promedio 2.45 de perceptores económicos (que generan ingreso para el hogar, incluyendo fuentes de informalidad), mientras que por hogar hay 1.69 de personas ocupadas (con empleo formal).
En un siguiente artículo, analizaremos las fuentes del ingreso y el gasto en los hogares, ya que representan detalles importantes para un análisis más completo.
A este respecto, podemos observar que los ingresos corrientes per cápita se mantienen aún con problemas sobretodo con la población más vulnerable.
Ingreso laboral
El 14 de febrero, el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) presentó un informe que indica que los ingresos provenientes de fuentes de trabajo formal disminuyó un 2.5% entre el cuarto trimestre de 2016 y el cuarto trimestre de 2017.
Destaca también el CONEVAL que durante el mismo periodo, aumentó el porcentaje de la población cuyo ingreso laboral se encuentra por debajo del costo de la canasta alimentaria, pasando del 40.0% al 41.0%, mencionando de la misma manera que en 20 de las 32 entidades federativas aumentó el porcentaje de personas cuyo ingreso laboral también se encuentra por debajo del costo de la canasta alimentaria, siendo los más destacados los estados de Hidalgo, Ciudad de México y Tabasco.
Menciona el CONEVAL que el ingreso laboral per cápita en términos reales (descontando el efecto inflacionario) mostró una disminución anual del 2.5% entre el cuarto trimestre de 2016 y el cuarto trimestre de 2017, pasando de $1,711.62 a $1,669.31 pesos. Finalmente, se reportó que durante el cuarto trimestre de 2017, el poder adquisitivo del ingreso laboral bajó 1.4% a tasa anual.
Datos en Yucatán
El organismo civil México, ¿cómo vamos? (sitio web), indica que durante el tercer trimestre de 2017, el crecimiento económico en el estado de Yucatán fue del 2.5%, por debajo de la meta del 4.5%, presentando una baja productividad laboral, pasando de $123 pesos por hora trabajada a $124 pesos en el periodo del tercer trimestre de 2016 al tercer trimestre del 2017.
Asimismo, la informalidad laboral en Yucatán se mantuvo con un alto porcentaje, ya que al tercer trimestre del 2017 presentó un 58.5% de trabajadores informales.
Algunas conclusiones
Como se observa en los datos presentados anteriormente, fundamentalmente en México se observa un problema derivado de los bajos ingresos tanto en los hogares como de las fuentes laborales, sin embargo, es importante tener en cuenta el efecto inflacionario, ya que la historia nos ha demostrado que en el mediano plazo este efecto suele ser mayor y más difícil de controlar.
El problema más importante que presenta la inflación es que se considera un impuesto retroactivo que afecta a los sectores de la población más vulnerables, ya que son los sectores que tienen menor acceso a los servicios financieros y que no cuentan con protección alguna ante la inflación.
Por otro lado, hemos observado que se siguen manteniendo relativamente constantes los salarios para un gran porcentaje de la población, lo cual nos está llevando a un incremento de la población en situación de pobreza.
Finalmente, es importante tener en cuenta que a pesar de las políticas públicas que se han intentado implementar para el combate de los problemas antes mencionados, tales como el Programa Prospera de Inclusión Social, el Plan Nacional de Desarrollo, la Cruzada Nacional Contra el Hambre, así como aquellas consideradas por la Ley General de Desarrollo Social, aún tenemos un grave problema de desigualdad del ingreso, lo cual también se refleja en un problema de desigualdad tanto en la impartición de justicia, de derechos fundamentales, de oportunidades, entre otros.
Es nuestro deber como ciudadanos contribuir a formar una sociedad y un México más justo, más próspero, más libre y más responsable, por lo cual no sólo debemos exigir a nuestros gobernantes, sino también actuar como ciudadanos a contribuir a formar un mejor país.
Contacto: jmagnoca@itam.mx